Es el segundo juicio. Es verse a uno mismo después de lo
hecho y decir: «No he debido haber hecho eso». Pero, Mis
Amados, si en realidad no deberían haber hecho eso, no
lo hubiera hecho. Sepan que cuando pasó, era lo más
apropiado. Si ustedes han aprendido desde entonces que
dicho acto no sería lo que harían hoy y se sienten culpables,
sepan que el acto en sí los ha llevado a tal entendimiento.
Eso era todo lo que se suponía que el acto lograse.
De: EL LIBRO DE EMMANUEL
Salud, Amor y Bendiciones.
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