levanta el Dios dentro
de ustedes.
Cómo se sacude.
Y cómo comienza
a sonreír.
En su regocijo,
ustedes están celebrando a Dios.
Están celebrando el Festín de la Vida.
Esto no es algo para ser menospreciado
aduciendo que en la vida hay más que placer.
¡Claro que hay más!
Infinitamente más.
Nunca se termina con el proceso de crecimiento,
de búsqueda, de servir, de amar.
Las delicias del mundo material
son las delicias del mundo espiritual.
Todas son una.
El regocijo humano suyo no los separará
de su amor por Dios.
El amor es el Amor.
De: EL LIBRO DE EMMANUEL
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